viernes, 19 de junio de 2009

LA VIDA ETERNA


Este término es bastante conocido en nuestro medio evangélico. La vida eterna nos es presentada como una promesa que Dios tiene para todos aquellos que le sirven o han aceptado a Jesucristo como su Salvador y su Señor. Pero, ¿somos consientes de lo que eso realmente significa? ¿Es acaso pura fantasía religiosa o una realidad en la que vamos a estar confrontados en un futuro lejano o cercano? Sin embargo las Escrituras nos dicen de que: Además, Cristo es la cabeza de la iglesia, que es su cuerpo. Él, que es el principio, fue el primero en resucitar, para tener así el primer puesto en todo. 19Pues en Cristo quiso residir todo el poder divino, 20y por medio de él Dios reconcilió a todo el universo ordenándolo hacia él, tanto lo que está en la tierra como lo que está en el cielo haciendo la paz mediante la sangre que Cristo derramó en la cruz.” Colosenses 1:20 Podemos ver entonces que Dios no hizo su obra solamente para salvar la humanidad sino que esta abarca todo el universo que es infinito.
En su libro "El Mundo Espiritual" (The Spirit World) el Rev. Clarence Larkin (páginas 32 y 33 )hace una declaración precisa acerca de lo que es eterno:
En Mat. 25:46 leemos - “y estos (los malos) irán al “CASTIGO ETERNO”, y los justos a la “VIDA ETERNA”. En primera instancia estas palabras son dichas a las “Naciones” (Mat. 25:31-32) pero son aplicables a los individuos. Las palabras en este pasaje “Eterno” y “Eterna” vienen de la palabra griega “AIONIOS”. La palabra “aionios” viene de la palabra griega “aion” que en español quiere decir EDAD, ERA. Se ha dicho que la palabra significa “Larga-edad” es, un “período definido” con un principio y un final, y no necesariamente eterna en duración. La palabra “Eternal” viene de la palabra latina “aetas” o “era”. Ahora, un año es un tiempo definido. Tiene un principio y un final. Si sabemos su principio, sabremos que exactamente en 365 días será su final. Pero una “era” es un tiempo indefinido. De las “eras” pasadas sabemos de su principio y de su final, aunque no estemos en capacidad de decir que tan largas fueron, por ejemplo la “era creativa”. Pero de las eras futuras no sabemos cuando comienzan o cuando terminan. Por lo tanto “era” es la única palabra que tenemos para expresar un “tiempo indefinido”, y la frase “siglos de los siglos” es la única forma de expresar “duración infinita” o ETERNIDAD.
La duración del “Señor Dios Omnipotente” se ha dicho es “Por los siglos de los siglos” Apoc. 4:9-10; 5:14; 10:6; 15:7. Y esto significa “por todas las edades”. Y este es el tiempo dado para el castigo de la “Trinidad Satánica” (Apoc. 20:10), y el reinado de los “justos”. Apoc.22:5. Y como los “malos” no van a existir al igual que los “justos” ellos no van a existir por los” siglos de los siglos” o por toda la “ETERNIDAD”. Así pues si el “infierno” va a ser borrado, “el cielo” será borrado y el universo será extinguido, la Eternidad va a terminar, y ya no habrá Dios, entonces este pensamiento resulta inconcebible.
Es digno de atención el hecho de que la “Doctrina del infierno” fue principalmente enseñada por Jesús mismo. Pues fue Él quien dijo que los malos serán arrojados en el “lago de fuego” y allí será el lloro y el crujir de dientes. Mat. 13:49-50. Mat. 25:41. También enseñó que el fuego no se apagará, y el gusano nunca muere. Mar. 9:43-48. En razón a que el libro de Apocalipsis es la “Revelación de JESUCRISTO” Apoc. 1:1, cualquier enseñanza acerca del destino final de los malos, es la enseñanza de Jesucristo.

El valor ético de “la doctrina del infierno” y de “el castigo eterno” va más allá de los cálculos. Predicar la doctrina de la “Segunda Prueba” que después de la muerte el hombre y la mujer después de haber llevado una vida de pecado, puede salir del infierno e ir al cielo, arrepentirse al aceptar el Plan de Salvación del Evangelio, y tirar las riendas del auto control en el cuello de la pasión y dirigirse precipitadamente a la perdición. La propagación de tal enseñanza perniciosa ha causado rebeldía en el mundo. Si hubiera más predicación acerca del infierno en el pulpito, habría menos infierno en el mundo. Pero, ¿por qué el hombre quiere ir al cielo por la vía del infierno cuando se puede ir directamente? Dios es amor, y también JUSTICIA. El debe conservar la rectitud ante los malos. Esto demanda que ellos serán separados por toda la eternidad. Por lo tanto ¡Oh! lector, si tú no eres un Hijo de Dios, te suplico huir de la ira venidera mediante la aceptación de las evidentes misericordias de Dios antes que sea demasiado tarde.