lunes, 31 de agosto de 2009

EL INFIERNO Y EL PURGATORIO

EL INFIERNO Y EL PURGATORIO





Desde que tengo uso de razón este tema siempre me ha impresionado, quizás por la forma en que la Iglesia Católica lo presenta, cosa que no está muy lejana de la verdad, pero sin embargo no es la verdad completa como lo enseña la Biblia.

En los meses pasados siempre hemos hablado del Plan de Salvación para los seres humanos, pero ¿qué de aquellos que no se salven? Aquellos que han rechazado categóricamente el plan de Salvación de Dios al no haber sido informados correctamente sobre lo que es en realidad el infierno. El mismo Señor Jesús nos lo hace saber en la parábola del Hombre Rico y el Pobre en Lucas 16:22-31


22Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado. 23Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. 24Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama. 25Pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; pero ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado. 26Además de todo esto, una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá. 27Entonces le dijo: Te ruego, pues, padre, que le envíes a la casa de mi padre, 28porque tengo cinco hermanos, para que les testifique, a fin de que no vengan ellos también a este lugar de tormento. 29Y Abraham le dijo: A Moisés y a los profetas tienen; óiganlos. 30Él entonces dijo: No, padre Abraham; pero si alguno fuere a ellos de entre los muertos, se arrepentirán. 31Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos.


En este caso vemos que ambos personajes estaban consientes de su vida pasada en la tierra. A pesar de que sus cuerpos habían sido sepultados ellos podían también ver, oír, hablar, sentir y tener memoria. En otras palabras estaban conscientes de lo que estaba pasando pero no tenían cuerpos. Es decir que se encontraban en un estado incorpóreo. Debemos considerar que el cuerpo se queda en la tierra, el alma va al cielo o al infierno y el espíritu del hombre regresa a Dios. No es que se trate se un cuento de fantasía sino de una realidad. La diferencia era que Lázaro estaba en un lugar privilegiado llamado el Paraíso o el Seno de Abraham. Este lugar también se encontraba en el infierno, a excepción que las almas nunca eran atormentadas. Sin embargo el Hombre Rico sí se encontraba en el infierno pero no gozaba de ningún privilegio. Este lugar hasta el día de hoy está ocupado por las almas de todos aquellos que mueren sin llegar a conocer el Plan de Salvación Eterna mediante la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo. En lo que concierne el Paraíso, este fue trasladado al cielo cuando Jesucristo murió y descendido a lo más profundo del infierno pero cuando resucitó se llevó al cielo todas las almas que estaba en el Paraíso, haciendo que este se encuentre vacío en este momento, mientras que el infierno sigue lleno con las almas perdidas a espera del Juicio del Gran Trono Blanco.


Como podemos ver no hay tal Purgatorio mencionado en la Biblia. Lo que viene a ser el supuesto Purgatorio es el Paraíso trasladado al cielo pero que está ocupado por las almas de aquellos que son salvos por la Sangre de Jesucristo. Son las almas de todos aquellos que fueron redimidos por la Sangre del Cordero. Es en vano que se tenga que hacer misas, novenas e incluso dar dinero a la iglesia para que las almas de los perdidos o algún pariente puedan llegar al cielo.


Veamos a continuación algunos extractos del libro en francés “El Catolicismo a la Luz de la Escritura Santa” (Le Catholicisme a la Lumiere de L’Ecriture Sainte) por Jacques Blocher (fallecido en 1986) - Ediciones del Institut Biblique de Nogent, Francia, en el cual hice estudios de teología entre 1985-1988.


Según la doctrina católica aquellos que mueren después de haber recibido la absolución, pero que antes de haber satisfecho plenamente la justicia de Dios, no van directamente al Paraíso, sino que van al Purgatorio para satisfacer la justicia de Dios y purificarse por completo.


Las almas que están en el Purgatorio pueden ser reconfortadas por las oraciones, las limosnas, todas las buenas obras, mediante las indulgencias y SOBRETODO por el santo sacrificio de la misa. Sin embargo esta doctrina es incierta ya que los católicos no saben ni el lugar, ni la duración, ni la naturaleza de los sufrimientos del purgatorio, ni cómo las oraciones de los vivos pueden influir sobre la suerte de aquellos que se encuentran allí.


Debemos entonces de comprender que el Purgatorio no es un lugar intermedio entre el cielo y el infierno: es simplemente para los redimidos, un ante sala del cielo. Solamente los cristianos son admitidos. No es tampoco una segunda oportunidad de salvación después de la muerte.


En la práctica, las misas que pueden hacer salir un alma del Purgatorio son pagadas, lo cual es inadmisible, porque entonces sería el dinero el que hace aliviar los sufrimientos del más allá. Muchos sacerdotes deben de estar siendo torturados pensando en los pobres que no tienen dinero para pagar por el reposo de sus almas. Y qué decir del hecho que los papas tienen más misas después de sus muertes (en el mundo entero), eso no debería ser para un vicario de Cristo. ¿Cómo se puede explicar de que hay misas para gente que ha fallecido desde hace siglos atrás? Nada justifica esta doctrina en las Escrituras, ella es al contrario, condenada.


Amigos y hermanos, no dejemos que nos estén engañando con falsas doctrinas por falta de conocimiento de la Palabra. Hoy más que nunca debemos tener más conciencia de lo que ocurre en el mundo y de la inminente llegada de Nuestro Señor Jesucristo para buscar a Su Iglesia. La Biblia es bastante clara cuando afirma de que hay un cielo y un infierno y que no hay lugar intermedio en donde se pase un tiempo determinado. O somos salvos por la eternidad o condenados por la eternidad.


Aquí incluyo uno de los gráficos que conforman 20 láminas a color sobre el Libro del Apocalipsis por Clarence Larkin. Este se refiere a lo que es el Infierno. Allí se podrán dar cuenta que el tal mencionado “Purgatorio” no existe. Hay también una clara exposición sobre lo que viene a ser las prisiones de oscuridad en donde se encuentran los ángeles caídos al igual que “El Lago de Fuego” que es la morada final de los impíos junto con Satanás, La Bestia y El Falso Profeta. Es allí en donde se van a encontrar las almas de los más temibles asesinos, Hitler, Judas, Atalía, Faraón, Herodes, los demonios más perversos, etc. El dolor no va a ser de segundos, minutos, meses, horas, años, sino que será por toda la eternidad futura. Allí no habrá ninguna segunda oportunidad, es ahora o nunca el momento de tomar una decisión con Dios y su Plan de Salvación. Les explico esta cruda realidad porque no quiero que se tome en forma gratuita la palabra “Salvación”, sino que este es el motivo por el cual queremos que las almas sean salvas del Infierno. Nuestro objetivo es simplemente que conozcan la verdad para que sean libres.
Que Dios les bendiga grandemente y hasta la próxima.






Carlos J. León