En el sermón del domingo titulado "La Adoración", se examinó sobre la importancia de la víctima (Lev. 4) y su ofrenda ante Dios. Se separaba la mayor parte de la víctima y los restos eran quemados fuera del campamento hasta que se convertían en cenizas.
Del mismo modo, cuando llegamos al servicio en la iglesia, debemos dejar atrás de las puertas de la iglesia (fuera del campo), la charla ociosa, el chisme, la vanidad, pensamientos ociosos (los residuos de la víctima), y todo lo que nos separa de Dios. Tenemos que ofrecer a Dios lo más valioso en nosotros, (la mejor parte de la víctima) el amor, la gratitud, la alabanza, el elogio y el diezmo como un sacrificio a Dios. Y con todo el corazón esperar obtener una bendición y una respuesta de él.
En nuestro sacrificio el fuego desciende del Espíritu Santo, y su fragancia será agradable a Dios. Tendremos una bendición para nosotros y nuestras familias durante toda la semana, y su protección en todo lo que nos pertenece.
Por Tatiana.
Fuente: Portal “Revival” Estonia – Pastor Grigori Kolessov.
Manmin Estonia
Edición al español: Pastor Carlos León
Texto original en ruso.
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