En el artículo anterior les expuse sobre la fe carnal y la fe espiritual. También les indiqué las diferencias que existen entre ambas. Mientras la fe carnal no produce frutos y es comprobable ante los ojos humanos, la fe espiritual es la que agrada a Dios y la que lleva frutos. Hoy quisiera compartirles sobre la forma en que podemos adquirir la fe espiritual.
Una de las cosas más difíciles de hacer es poner a un lado todos nuestros conceptos y pensamientos negativos que puedan interferir para poder adquirir una fe espiritual solida. Venimos de distintas culturas y niveles socio económicos, como también poseemos un grado académico distinto. Por lo tanto, tenemos muchas formas de ver las cosas y muchas veces no podemos estar de acuerdo sobre una idea específica. Cuando se nos presenta el evangelio venimos muchas veces con un trasfondo religioso y muchas veces queremos adaptar nuestras ideas a lo que dice la Palabra de Dios. Leemos muchas veces algunos textos y dudamos en lo que está escrito en lugar de aceptarlo con un simple amen. Jesús mismo declara lo siguiente en este pasaje:
Juan 5:24: De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.
Vemos que hay dos palabras claves en este texto que son: “palabra” y “creer”. Debemos de creer plenamente en la Palabra de Dios. Por más duro que sea el mandamiento que Dios nos dice que debemos de cumplir hay que hacerlo. Si no hay confianza en la Palabra de Dios entonces no hay como recompensa la vida eterna y por lo tanto hay condenación. Se puede decir entonces que hay una causa efecto en el creer o no creer en la palabra. Muchas veces cuando las cosas se ponen un poco duras la gente trata de cambiar la situación diciendo que ciertos milagros o prodigios ya fueron en su época. O que tal cosa no puede ser porque es imposible comprobarlo científicamente. Debemos de tener cuidado cuando comenzamos a “maquillar” las cosas que aparecen en la Biblia para acomodar nuestra situación. Esto es simplemente no creer en la Palabra. Al no creer en la Palabra entonces no estamos caminando como Dios lo establece. Entonces tenemos lo que Jesús declara en el siguiente pasaje:
Juan 5:37-39 “También el Padre que me envió ha dado testimonio de mí. Nunca habéis oído su voz, ni habéis visto su aspecto, ni tenéis su palabra morando en vosotros; porque a quien él envió, vosotros no creéis. Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí”.
En este pasaje encontramos una exhortación de Jesús para que podamos escudriñar las Escrituras. No se trata simplemente de leer la Biblia como se lee una revista o un periódico; una cosa es leer la Biblia y otra es entenderla. Hay gente que dice haber leído la Biblia entera varias veces en su vida. Se han hecho también concursos sobre la lectura de la Biblia. Pero sin embargo muchas veces vemos que no hay un cambio en esas personas. Debemos saber primeramente que la Biblia fue escrita por Dios, bajo la inspiración del Espíritu Santo. Por lo tanto debemos de pedir la ayuda del Espíritu Santo para que nos ayude a comprenderla.
Al comprender las Escrituras, vamos a tener una mayor comprensión sobre muchas cosas que ocurrieron en tiempos bíblicos al igual de las que están por ocurrir. Vamos a poder discernir claramente lo que Dios nos está tratando de decir. Es entonces que vamos a poder ir creciendo en nuestra fe cada día, como podemos ver en el siguiente pasaje que habla sobre la medida de la fe:
Romanos12:3 Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.
Aquí no se está hablando sobre la fe en un sentido común, sino de distintos grados de fe, o sea que la fe espiritual tiene un crecimiento individual de acuerdo a la persona y cuanto este obrando según la Palabra de Dios. Para que una persona pueda crecer en la fe no solamente necesita leer la Biblia, sino también tiene que ir obrando según la Palabra. Estas obras van a ir poco a poco dando frutos espirituales. Pablo dice muy a menudo lo siguiente:
Efesios 1:15-16 por esta causa también yo, habiendo oído de vuestra fe en el Señor Jesús, y de vuestro amor para con todos los santos, no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones.
Esta fe creciente había dado como fruto el amor que es uno de los frutos del Espíritu Santo (Gálatas 5:22). De esta manera podemos demostrar que la fe produce frutos, mientras que la fe carnal se conforma solamente en verificar los resultados obtenidos. Si no hay frutos entonces quiere decir que no hay una fe verdadera en el creyente. Muchas veces los cristianos nos conformamos con haber hecho un paso de fe al haber aceptado a Jesucristo como nuestro salvador, pero muchas veces no hay un crecimiento espiritual. En muchos casos hay un estancamiento espiritual e incluso se va a la iglesia por obligación. Por ejemplo: los padres de una familia van a la iglesia, son ejemplares ante la congregación, pero los hijos han dejado de asistir a los servicios. Muchas veces cuando se hace una pregunta los jóvenes revelan que los padres no son como parecen ser cuando están en la iglesia. Puede ser que haya hasta violencia domestica lo cual no es visto por los demás. Esta es una lástima porque la iglesia pasa por un estancamiento y en lugar de crecer en miembros va disminuyendo poco a poco. El chisme va en aumento y poco a poco se comienzan a manifestar las obras de la carne. Este es el momento entonces cuando los pastores y las pastoras con grandes títulos en teología comienzan a maquillar los mandamientos de Dios escritos en la Biblia para que las congregaciones no sigan disminuyendo en número de asistentes. Tenemos hoy día hasta la ordenación de pastores homosexuales en los Estados Unidos. Sodoma y Gomorra en pleno siglo 21.
Preocupados por la falta de interés por las cosas espirituales, para que la cosa sea más en “onda” se organizan conciertos, retiros, convenciones y muchas otras cosas con tal de atraer al público y demostrarles que los evangélicos no son aburridos sino que también son “similares” al mundo. El “te amo” de la letra de la canción puede ser que diga “te amo” a la esposa, al novio o a Cristo. Es una letra “tipo” cristiano. ¿Dónde quedaron los años invertidos en grados de doctorado en teología? ¿Dónde está la aplicación de la Palabra en la vida del creyente? Si la Palabra de Dios es vida, entonces la predicación debería atraer a las multitudes. Jesucristo y los apóstoles no necesitaron de grandes cantantes o doctorados en teología para atraer a las multitudes. Ellos simplemente ponían la Palabra en práctica y los enfermos se sanaban, los muertos resucitaban, el pan se multiplicaba y finalmente las almas se salvaban del infierno. Hoy día la mayoría de cristianos se acuerda más de la letra de una canción en lugar del texto mismo que está en la Biblia. Ah! Dicen: Si tuvieras fe como un grano de mostaza… Pero de allí no van más lejos porque no han escudriñado la Escritura. No hay vida en el consejo que están impartiendo y a la persona que se le ministra sale con un deseo de no volver más a la iglesia. Hoy día las librerías venden menos libros sobre la Biblia, pero si venden más CDS y DVDS desde el cantante conocido por su iglesia local, hasta el salmista de moda. Es lamentable como el pueblo cristiano se va debilitando cada vez en cuanto a la fe y sus principios. El mismo Señor Jesús:
Lucas 18:8 Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?
En otras Palabras, Jesús se pregunta si hallará cristianos que tengan fe espiritual, la cual exige una vivencia absoluta en la Palabra de Dios. ¿Estamos llenando nuestro corazón con la verdad de la Palabra de Dios diariamente o simplemente estamos leyendo la Biblia para aparentar que sabemos? ¿Estamos pidiendo la ayuda del Espíritu Santo para entenderla? Hace poco tuve la visita de unos Testigos de Jehová que ya habían venido anteriormente pero quedaron un poco inconformes con la visita anterior. Esta vez vinieron con el propósito de que yo les demuestre todo lo que hablaba con versículos escritos en la Biblia. Según ellos solamente creen lo que está escrito en la Biblia y nada más. Pues de todas las preguntas que me hicieron les pude encontrar una referencia, pero cuando yo les preguntaba no me sabían responder. Ellos simplemente se guiaban por las letras negras de la Biblia, pero no por lo que el Espíritu Santo les pueda revelar porque no lo tienen. Cuando se trata de algo que puede trascender, ellos simplemente dicen que se destruyó, que pasó solamente en ese tiempo o que la Biblia no lo indica. Es entonces, dado a su interpretación humana, viven en una total confusión.
Así como hay una medida de fe, entonces quiere decir que hay varios grados de fe en el creyente. La fe de un nuevo convertido no es de la misma medida que la de un líder o un pastor de la iglesia. Esta fe se puede comparar con la de un bebe recién nacido que puede cometer errores porque está en periodo de aprendizaje. Lo mismo, la fe de un líder de la iglesia no tiene que ser como la de un nuevo creyente porque de lo contrario demuestra que no ha crecido espiritualmente. Debería al menos de poder servir en algo en la iglesia e incluso dar una reflexión bíblica. ¿Hasta qué punto un verdadero cristiano puede enfrentar una dificultad siguiendo al pie de la letra lo que la Palabra de Dios dice? ¿Es capaz de perdonar o incluso diezmar cuando hay estrechez económica? Estos son algunos de los parámetros que os permiten medir nuestra fe. A mayor medida de fe, mayor será la recompensa en el reino de los cielos.
El creer y obedecer incondicionalmente la Palabra de Dios, ira derribando poco a poco el muro de pecado que se ha ido construyendo a través de los años y la relación con Dios se irá haciendo cada vez más estrecha. Cuando finalmente este muro de pecado se rompe, Dios nos reconoce como sus verdaderos hijos obedientes y estará más propicio a responder a nuestras oraciones.
Que Dios les bendiga ricamente y espero poder compartir mas artículos con Uds. más a menudo. Todo lo compartido es parte de un cambio que se está operando en mi vida espiritual.
Rev. Carlos Leon
Ah bendita fé,cuanto la anhelo y cuanto deseo adquirirla en mayor cantidad, grácias Carlos por tomarte la molestia de compartir esta palabra pues en verdad y con fé te digo que no ha sido en vano,saludos y que Jehová te bendiga en gran manera y tanto a ti como ami y a nuestra familia nos otorgue mas de su esencia el don divino..la fé
ResponderEliminarHola Carlos, tu mensaje ha sido de gran reflexión en mi vida cristiana, ciertamente yo estaba buscando un medio para aumentar mi fe en Dios
ResponderEliminarQue Dios derrame ricas bendiciones sobre tu vida y la de tus seres queridos.
Un abrazo!
tu Dios es como un dulce sueño que deseo vivir y cumplir por la eternidad... es la promesa que vi manifestada en el verbo hecho carne... primera de timoteo 3:16-17 E indiscutiblemente, grande es el misterio de la divinidad:
ResponderEliminarDios fue manifestado en la carne,justificado en el Espíritu, visto por los ángeles,predicado a los gentiles, creído en el mundo y recibido arriba en gloria.